miércoles, 9 de febrero de 2011

Poemas Miguel Hernández



Miguel Hernández Gilabert


Miguel Hernández Gilabert nació en Orihuela en 1910, en una familia humilde. Su padre, se dedicaba a la crianza y pastoreo de ganado y su madre a las tareas de casa. La infancia del poeta transcurre entre los juegos y el trabajo. Desde los siete años ayuda en las tareas del pastoreo, aprendiendo este oficio.

A los nueve años inicia su aprendizaje escolar, pero, a pesar del interés que muestra por la lectura y las excelentes calificaciones en sus estudios, tiene que abandonarlos debido a la crisis económica que atraviesa su familia. Mientras, él aprovecha sus horas de pastoreo en la sierra para seguir estudiando y se convierte en un asiduo visitante de la biblioteca de Luís Almarcha, sacerdote y canónigo de la catedral de Orihuela.

Descubre a los principales escritores clásicos de lengua española y se siente atraido por el teatro, representando diversos papeles en un grupo de teatro.

Miguel empieza a escribir poesías y su fuente de inspiración es el entorno en el que vive: la huerta, su patio, etc. Aprovecha cualquier ocasión para escribir e incluso tiene que esconderse de su padre, a quien le molesta esa afición poética de su hijo.

Empieza a publicar sus primeros poemas en la prensa local. Su primer poema publicado es "Pastoril".

Forma parte del "Grupo de Orihuela", y se reune periódicamente en una tahona con diferentes poetas después de acabar su jornada de trabajo.

Tras su primer intento de publicar en Madrid algunas de sus obras sin éxito alguno, regresa a su ciudad donde publica "Perito en lunas". Será más adelante cuando consiga el éxito buscado en la capital con la publicación de su auto sacramental "Quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras", lo que le facilita relacionarse con grandes poetas como Alberti, Rosales, Aleixandre y Neruda.

En 1936, se incorpora al Ejército Popular de la República. Es nombrado Comisario de Cultura y continúa publicando diferentes obras y poemas. Con el fin de la Guerra Civil, es apresado y encarcelado en la prisión de Torrijos en Madrid, donde compone las famosas "Nanas de la cebolla". Es puesto, inesperadamente, en libertad y es detenido de nuevo en Orihuela. En 1940 se le traslada a la prisión de la plaza de Conde de Toreno en Madrid donde es condenado a la pena de muerte.

Más tarde la condena es conmutada por la de 30 años de prisión y muere a la edad de 31 años de tuberculosis, en la enfermería de la prisión de Alicante.

Os dejamos un enlace al poema "Nanas de la cebolla", escrita en prisión y dedicado a su mujer y a su hijo.

" La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.

En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar
cebolla y hambre.

Una mujer morena
resuelta en lunas
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete niño
que te traigo la luna
cuando es preciso.

Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.

Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.

Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna
defendiendo la risa
pluma por pluma.

Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.

Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.

Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre"



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